This series is about my usually ambiguous relationship with the Alamo. Living all my life in San Antonio, Texas, and being both Chicanx and Tejana, I have negotiated that relationship with the “Shrine to Texas Liberty” for a very long time (also known as the Alamo). Even before I was born, the Alamo figured in family history and identity. That issue of history, identity, and my anxious relationship with the Alamo are tied up in questions like, “Which side was your family on?” (Answer: neither.) “Are you a Mexican or a Texan? (Answer: both—and much more.) “How do you like my ‘coon skin hat?” (Answer: are you sure it’s dead?”)
Some of my recollections of the Alamo are humorous, some are serious. Most have a bite that I did not invent. It recurs in the inherent aggression of a racism that occurs when we stand before war monuments and think of ourselves as being on one side or the other, whether by choice or because history gave us no choice. Looking at the Alamo and thinking of myself as victor or vanquished only led to unease and ambiguity. My changing relationship with the Alamo is what this series is about.
Esta serie trata de mi relación, casi siempre ambigua, con El Álamo. Al haber pasado toda mi vida en San Antonio, Texas y ser, al mismo tiempo, chicanx y tejana, he tenido que negociar mi relación con el llamado “Ícono de la libertad de Texas” (también conocido como El Álamo). Incluso antes de que yo naciera, El Álamo figuraba en mi identidad y en la historia familiar. Esas cuestiones de la historia, la identidad y mi relación desasosegada con El Álamo se reflejan en preguntas como: “¿De qué lado estaba nuestra familia?” (Respuesta: en ninguno de los dos.) “¿Eres mexicana o tejana?” (Respuesta: ambas y mucho más.) “¿Qué te parece mi sombrero de piel de mapache?” (Respuesta: ¿Estás seguro de que está muerto?)”.
Algunos de mis recuerdos sobre El Álamo son graciosos y otros son más serios. La mayoría poseen una mordacidad que yo no inventé. Esto reaparece en la agresión inherente al racismo que se hace presente cuando nos detenemos frente a los monumentos de guerra y pensamos de qué lado estamos, ya sea porque lo elegimos o porque la historia no nos dejó otra opción. Al dirigir la vista a El Álamo y pensar en mí como victoriosa o como derrotada sólo me queda desasosiego y ambigüedad. Esta serie es sobre mi relación ambivalente con El Álamo.