In 1531, La Virgen de Guadalupe revealed herself to Juan Diego, speaking in his native Nahuatl. Her appearance demonstrated that the Blessed Mother’s intercessions and blessings applied to the Indigenous Mexican peoples, and she has been a revered presence in the culture from that moment.
As I grew up, I was most familiar with La Virgen by seeing my Tia’s bedspread. Which featured a large image of the saint. I was inspired to visit my aunt and photograph her with her bedspread. I realized that my native culture—the San Antonio Mexican American experience—could reveal valid art, reflections of strong and expressive lives. I had always carried my camera knowing that good images could occur any time, and the images continued to appear.
En 1531, la Virgen de Guadalupe se apareció a Juan Diego hablando en su lengua nativa, el náhuatl. Sus apariciones demostraron que las intercesiones y bendiciones de la Bendita Madre estaban destinadas a los pueblos mexicanos indígenas y, desde ese momento, su presencia ha sido reverenciada en nuestra cultura.
Mientras crecía, me familiaricé con la Virgen al ver la colcha de mi tía sobre su cama, en la cual aparecía una gran imagen de la santa. Me sentí inspirado para visitar a mi tía y fotografiarla con su colcha. Me percaté de que en mi cultura originaria—la experiencia de ser mexicoamericano en San Antonio— podía mostrar arte legítimo y reflexiones sobre la vida de personas intensas y expresivas. Siempre llevaba mi cámara conmigo porque sabía que las buenas imágenes se presentan en cualquier momento y así siguieron apareciéndose.